jueves, mayo 29, 2008

Confieso…




Quel otoño me duele en el alma oxidada
Que he ganado en años, arrugas felicidades liberaciones y alegrías
Que los ojos están más chicos y las manos comienzan a marcarse
Que los años no han pasado en vano…
Que la piel me huele a melancolías,
que ya me paro más derecha es cierto
que parece que a pasado tanto, tanto tiempo
tantas, tantas historias
tantos ojos anaranjados…. y de los otros
tantos humanos bellos consumidos por sus temores…
a propósito la mujer bella ya no esta entre nosotros, (nos visita cuando soñamos ahora inventa juegos con los que partieron antes quella, al despertar aún escucho su risa..)
confieso que la alquimia ha sido el juguete predilecto de los últimos años
que la magia existe
que en mi pasado, mis recuerdos y mi presente tu risa me saluda siempre melancólica
ni un día has dejado de acompañar a estalma
que nunca he dejado de sentirte en la piel, que mis fantasmas y temores no dejan de acosarme me toman de la cintura se aferran a mis piernas y dificultan el paso
que los resentimientos oscurecen mis ojos a veces
y que las canas me han hecho más valiente
confieso que aun con todo esto soy feliz
confieso que aun me gusta mirar por la ventana,
los arboles,
a gente;
pasear por el bello barrio,
conversar con los adoquines,
hacerle pitanzas a la vida y bailar el tango con el hombre milenario de la esquina

a pesar de todo esto,
debo confesar que aun con los años que han pasado no logro mejorar,
que cada año me duele mas…
confesar que aun mencuentro enferma de otoño
pero que ahora parece un caso Terminal…..